martes, agosto 30, 2005

Spandex, carta abierta

©2005 RKM

Hoy desperté bailando...
Soñé nítidamente que estaba en una fiesta Spandex en el mítico Teatro Carrera, en pleno barrio Concha y Toro. Y entre los recuerdos de una época donde la juventud era explorada a velocidad de crucero y la noche era parte de la vigilia, me encontré con amistades perdidas.

(parén...

Ayer, trece años después de la fiesta que muestra la imagen, me enteré por messenger que Gina está en algún lugar de Europa, en Francia parece. De nada más me entero y con mi interlocutor coincidimos en que era una mujer notable; de voz profunda y hábitos nada superficiales, alegre, culta y bella. Explosiva mezcla que muchos vieron estallar en sus caras, atónitos.

...tesis)

Noche, frío y caminata eran siempre parte del panorama en las juergas de comienzos de los ´90.

Nunca olvidaré la primera vez que entré al Teatro Carrera, el ambiente era lo más cercano a sentirse lejos de Chile, en algún territorio extranjero. -bueno, desde la perspectiva de un joven e inocente provinciano-

Olía como a otro planeta y sonaba en ese momento "I'm Free" de los Soupdragons. De ahí, cada noche transitaba por una cadenciosa ruta siempre distinta, amén de que cada jornada llevaba como bandera un tema, un concepto. Rostros desconocidos, uno que otro famosillo y los sospechosos de siempre...

...dentro del sueño, el plot point lo protagoniza Gina, vestida como groupie de Rodolfo Valentino estilo años ´20.

-Me dice, Rafa no bailes más, no te muevas... Se van las luces y un sólo foco cenital cae sobre sus ojos desde la barra del bar, ahí mismo besa una copa de sidra y me la ofrece. Con una mejilla sonrojada me susurra al oído: no me pierdas..!

Y mientras bebo de su copa, por entre la base del cristal atisbo como su contorneada silueta se aleja y desaparece entre las tinieblas para no volver. Lo último que veo es una pequeña pluma verde que se levanta junto al cintillo que aprisiona sus greñas. Y después un silencio demoledor.
Hasta aquí con el sueño.

Que sugerente puede llegar a ser la vigilia, poderoso imán de recuerdos que convergen en los sueños y que le dan al despertar una sensación que impregna el resto del día con un sabor diferente.

Un abrazo Gina, a la distancia.

Rafa