Adicto al kubbe, a las calugas caseras y a los taninos. Además tengo los dedos grandes, me gusta silbar y no me enojo si me toca partir con las negras;
ayer supe que la verdad duerme, hasta que no la despiertan...
Prefiero las yardas a los metros y mis defectos a mis virtudes..//..
Sabías que tu sabor se quedó en mi boca..?
3 Comments:
un caballo querenciao
Aquí me faltó un remate, siento que el poema debe continuar. El lector necesita saber más.
Un abrazo.
Ana María.
Qué maravillosa incondicionalidad!!!!
Y que bello el caballo!!!
Me mataste!!!
Un beso apontrincado,
Icy
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