jueves, abril 27, 2006

De arroyos y tembladeras... ( adendum )

©2006 RKM

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...mientras destilo porque me lleves más adentro, más allá del monte, hasta lo más verde del candor del cerro.

Las bayas y los cardos se menean bajo la presión de tus rodillas, y les corre savia por la corteza rugosa y espinuda, por la otra suave y resbalosa; en mis nudillos tu cuello explota y peripla de un lado a otro, y mis dedos son cadena y gargantilla, collar y luego diadema sobre el polvo que ya no se levanta en esta tierra, ahora mojada y sudorosa. Convertiremos al mundo en greda si nos dan tiempo…

Mis lenguas rebotan y golpean, empujan y caracolean por el batiscafo húmedo de tu sendero; cocido en el vapor de tu carne, siento el resplandor magmático de la pachamadre colarse por mis poros y salirse por mis ojos. Me ves y sonríes por las caderas, con un gesto bello de tus pechos jirondosos. Mi boca ya te muerde antes de tocarte, batiendo bocanadas y terciando mandibuleos entre avispas atónitas y colibríes sedientos de nuestros destilados; las abejas esperan pacientes, ya bien dispuestas a frotarse ruborosas cuando sea el momento, con nuestros estambres encendidos. Las hormigas desfilan ya en hordas interminables, desde todas las comarcas vecinas, marchando lentas al cateo de las sobras y al paladeo del rescoldo que descansa bajo nuestra piel.

El sueño de tus párpados batirá sus bisagras, endulzando mi catapulta y en mi carne arderá el deseo de exorcizar la tierra de su mortal condena; en mis poros se abrirá el tiempo y el aire me condensará lentamente en tibia caricia y en cobijo abrasador de besos que recorrerán tu espalda en dirección al sur. Te daré la vuelta a besos, labio a labio; reptando por tus genes como alegoría frenética. De tu pelo a tus vellos, como jugando a llevar golosinas pegajosas de un lado a otro. Acarreando placer, de un extremo al siguiente, escribiendo trepisondas en tu vientre con mi suave y jubilosa fechoría de mejillas llenas de ombligo…

Bajamos luego, al fondo de la quebrada, junto al chorrillo de aguas claras que viene del norte; algunos llaman al sector “el agua corta”, otros simplemente le dicen “agua larga”…

Ahí bautizamos nuestros labios, y bebimos tres sorbos de una misma hoja de nalcas. Me mirabas como diciéndome, “quiero más monte…” y por mi retina pasaban otras hierbas y otros terrones más mullidos para cobijarnos. Tomé tu mano y caminamos corriente arriba, mientras en la ribera los sauces despeinaban tus greñas con sus ramas danzantes; el viento empezó a caer desde las tierras altas, con la tibieza y el volumen de puelches memorables. Sopló en nuestras caras por tres horas y en eso nuestros pies ya daban los últimos taconeos hasta dar con el refugio de las veranadas.

Entramos y me sacudiste de un palmetazo las hojas de la solapa y de un beso arrancaste la sed que traía entre los labios. Espera te dije, prenderé el fuego… y mientras encendía el fogón con ramitas secas y hojas viejas, tus manos fueron a buscar por debajo de mi entrepierna el tributo de mi sangre convertido en tibia mistela. Tengo hambre me susurraste, “cómeme, te dije...!!! y puse mi lengua en tus labios como dejándome atrapar. Bífidos y calientes, como dos salamandras encabritadas, empañamos el ventanal con nuestro aliento enmohecido.

…acompasadamente te cubrí con mi carne, hasta que la hilera de castaños que rodean la terraza, fueron botando uno a uno sus frutos, de tanto temblor que daba la tierra. Afuera en el estero, corría el agua como vendaval de gotas en loca carrera; encima del techo, la bruja que tiene una escoba vieja por veleta, giraba su sombrero hacia el sur y ponía su torcida nariz enfrentando al viento…
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Al cabo de un rato, el lugar es ya sombrío y sólo hay candelas para no tropezar. Me dices “prende una nada más…” y con una astilla del marco de la puerta de atrás, la enciendo; la cera se arruga y le hace hueco al crepitar de un pabilo que se retuerce en chisporroteos largos de danzas pequeñitas y cortas. Un plasma hermoso, casi líquido y transparentemente azul, me encandila con sombras amarillas. Te miro con calma y me bendicen un par de chispitas reflejadas en tus ojos de tornasol...
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La ropa es luego nuestra alfombra y mis latidos hieren la piel de mi espalda galopada; brotan y tiritan mis venas empujando sangre que ignoraba contenía. Por donde ya no cede más la carne, penetro recto y torcido al mismo tiempo, erecto y grávido aterrizo al norte de tus labios y rebalso...
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Mi puñal desciende como si tratara de encender su punta contra tu piel, cual fósforo grueso…
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“veo chispas en mis ojos, tratar de traspasar el humor acuoso de tu mirada cristalina empañada en sexo…”. Enervado y delirante me abalanzo a tu boca de sorpresa, en cascadas de ansias me convierto y el abrazo de mis piernas te ahoga en sudor grueso y acoplado.
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En la otra pieza unas castañas golpean el techo, mientras la noche es allá afuera y los potrillos relinchan en el corral, junto a las yeguas, como aprendiendo a llamar a gritos al viento…
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Entre monturas y aperos, te doy un tarascón profundo y goloso. Mi boca nace por fin en la tuya, pariendo besos desconocidos y frescos, recién horneados para los dos; y bautizamos el aire que nos separa con el sudor que cae de nuestro anclaje. Comunión y rito, succión y arremetida.
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...pliegues, carne torcida y sangre húmeda de tanta lengua, de tanta caricia.
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lunes, abril 24, 2006

De helechos y otras hierbas...

©2006 RKM

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A los pies de la cordillera mi mano juega a creerse avión planeador. Enfrentando un día la veloz crisálida del viento, y en otro sol, combatiendo tras la árida estela del trumao y el reflejo de la piedra azul. El solitario y sordo eco de un galope alazán, se llevó a la grupa el recuerdo de una trilla crepitada entre otros abriles; tu pelo me huele hoy a sueño de monte y a quebrada húmeda...

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El otro día me senté a escondidas, a la vera de tu sombra. Henchidas las venas y con las pupilas como embalses, sonaron pétreas contorsiones por el sendero; a veces el ripio se asienta cuando el paso es firme por el camino al quipén, otras tantas tan sólo suenan la lluvia y el viento...

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A veces mis labios sudan por tí como saetas de fuego; otras cuantas cabalgo por el aire que cubre tu pelo y me atrevo a regar de besos aquel jardín de pétalos que escondes tras sus pliegues.

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Ahí me vi remontando tranquilamente un par de nubes lentas, que coronaban de blanco tus veredas. Pasé la tarde riéndome junto a un pajarillo gordo como un bidón, tanto que al final le canté la melodía oculta de las mariposas; creo que ya se la sabía, pues me respondió con tres trinos por magenta, dos silbatinas mojadas y se fue volando tras un cerrado aplauso gutural. Como un tambor recién estirado, mi estruendo fue cediendo al estallido y en mi boca se hizo tu secreto...

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Bajo el sigilo del matorral, mi sombra avanza escorando de a una, las astillas de tus puertas y ventanas. Voy atrapando en mi pálido artilugio, rostros largos y alamedas cortas...

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sábado, abril 22, 2006

La puerta...

©2006 RKM

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...úsala!!!
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viernes, abril 21, 2006

Mañana...

©2006 RKM
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A
una
de dos
verdades
no prometer
ni a condenas ni
a esperanzas, no soy
la expectativa exacta
o las angustias perpetuadas
de otras riberas derrumbadas
así el placer brotará encima tuyo
como90894960006711761766719089
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besos
que
tiene
este
tronco
...que
lleva
fuego
por
savia
y dos
manos
por
raíces
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miércoles, abril 19, 2006

Piel de galocha en autoplagio XXXVIII...

©2006 RKM
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En pleno abril

el reflejo de tu sudor

raptará el aire de mis labios
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...se invertirá mi palabra breve
y el anhelo gorjeante de mis labios
declamará libros y entierros hasta encontrarte
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Seremos carne entretejida
en telares de venas y nudos
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Amarras de besos
y ecos de células en estiba
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...carne sobre carne
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Labios en trepada
por montes de poros rugosos
que un día calman
y al otro atacan
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Asedio y tregua
ataque y retirada
envión y émbolo
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Besaré tus labios
como si levitara en tu pecho
desde adentro...
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viernes, abril 14, 2006

Te miro...

©2006 RKM
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Estrépito y lujuria en nuestras alforjas bruñidas; hechos nube y ventisca, avanzamos pulpejo a pulpejo, lloviendo por el aire sin tocar nada. En picada...
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La tierra, al caer el sol de la cama, llovió en nosotros como nodriza y surgiente. En ella fuimos gota, goterón y luego charco. Domabas un cúmulo glotón y encima nimbus; montaba un bello y ondulado cirrus bermellón...
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Enteros llenos de deseo, el paso de la noche premió nuestro placer con tibias y huesos. Mientras me acercaba a tu lado lentamente, colmado en ganas y cada vez más cerca, puse un pie encima de otro... La pasión no sabe de imponderables; mas bien chapaletean las ideas, como goterones frescos que bañan tu mirada. Y el rocío de tu aliento condensado refrescando mis pupilas una y otra vez. Otra y una vez...
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Nenúfares candentes y dulce de piel, huelo en tu colmena. Así como un batallón de hormigas, sigo el rastro de tu vereda. Y mi ejército se pregunta dónde irá el " ...... " ..???
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Acabo de escuchar tu voz… y mi cabeza gira como acordeón metálico trinando melodías cadenciosas, frases tibias y sílabas densas. Vas cayendo de a poco adentro de mi mente, acariciando estribos, yunques y martillos; besando a tu paso los pequeños eslabones de una cadena mezcla de calcio, sangre y aire...
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Tiritando con tus susurros pequeñitos y en tus pausas mezcladas de verdes y ocres, no alcanzo a prensarlo y ya revientas en mi boca como beso frenético. A veces pienso en una calle lejana que se transita en un sólo sentido, pero que se camina una y otra vez, en ambas direcciones. Imagino entonces a mis empeines, dar diez pasos y veo la sombra de tus pies tras la puerta. A mi mano la acompaña un futuro que es golpe y llamada...
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Una flor en la diestra, el sombrero en el suelo y la mirada preñada en tu pelo de fino caramelo que es como una alianza...
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martes, abril 11, 2006

Gritos y témpanos...

©2006 RKM

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Recién sabrás lo que eres

cuando pierdas lo que no das

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...te diré que crees creer
lo que otros no creen que crees

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Y sin saber que hay vida en una mano

darás muerte a un hermano

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viernes, abril 07, 2006

Incendiando lunas sudaremos engarzados...

©2006 RKM


::: Canela y Miel :::
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En tu mirada tiemblo
pues tienes mar y sol en el rostro
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...eres la que detiene mi sangre
y convierte la piel en canción
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Como aguacero que desemboca turbio
remaré por tu espalda río arriba...
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...barrenaré tu piel bajo sigilo
pues te miro y brotas
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...tú por un lado y yo por el otro
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casi como niños, desapareciendo tras una cortina...
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Te besaré como empujando universos...
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...casi moviendo al tiempo
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miércoles, abril 05, 2006

Brisa tórrida...

©2006 RKM


::: J :::
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Como el rocío del equinoccio
alunizaré sobre el eco de tus labios suavemente
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Y con la furia del goteo incesante
horadaré nuestra piel
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Tu pelo caerá junto a mis brazos
y la caricia no tendrá fin
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...dormiré pegado a tu cuello
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domingo, abril 02, 2006

En los estíos nadaré alucinando...

©2006 RKM


Como a la lengua de acero que flota bajo las plumas de carbón, no pidas lo que ya tiene el consuelo de cinco augurios, pues no muda la memoria ni redunda el destino en permutas...
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En tu espalda labraré un sueño sembrado con dos tibias rosas; allí observaré la vastedad y la quietud de tu claro sendero al despertar.
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Silbando corcheas llenas y derribando las octavas de tus bisagras, treparé a tus poros licuados, suspirando melodías viajeras con mi lengua; mientras que tu relave gorjea mañanas, crearemos el tenue alarido de la travesía y la cálida brisa del puelche. Vendremos en pared y cimiento, en grano y harnero, en piel y en deseo.
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Romperemos en tal danza candeal que la ola veleidosa, presumida de ser tan océano, besará nuestra espiga de alianza homicida en la zona del signo y en señal de trémula envidia. Ahí, poblando la succión de tu meandro, la promesa invisible agitará toda mi carne...
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sábado, abril 01, 2006

Autoplagio en llamas, XXXVII

©2006 RKM
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::: E :::
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Tus palabras caen
hondas y certeras,
como estocada lacerante


no saques todavía
mi carne del puñal,
que tu mirada lo hará...



Sabes que conviertes mi sangre en asedio..?
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